El montaje teatral que presentamos, es el resultado de un taller de actuación realizado al final de los estudios de arte dramático. "Las bicicletas son para el verano" cuenta las peripecias de una familia, sus vecinos y allegados, en el Madrid sitiado durante la guerra civil española. Unas circunstancias dramáticas adheridas al día a día: la desconfianza y el temor a represalias en siniestros "paseos", los crueles bombardeos sobre la capital, los combates cercanos, parte ya de lo cotidiano, y el hambre...Pero también la solidaridad, el consuelo de los amigos, el sonido de la radio, los amplios horizontes ganados en la lectura, y el amor, claro y la muerte, que señorea sobre todos los escenarios de guerra. Puede resultar conveniente destacar un propósito, un super-objetivo: evitar las certezas criminales, defender la tolerancia y a quienes mantienen limpias sus manos de sangre y sus almas de odio... Se ha hablado en ocasiones, a propósito de nuestra contienda cainita, de una tercera España, a ella parecen pertenecer nuestros protagonistas, gentes que siempre supieron lo que el presidente Azaña dijo en su discurso de 18 de julio de 1938: "...Cuando la antorcha pase a otros hombres... si alguna vez sienten que les hierve la sangre iracunda y otra vez el genio español vuelve a enfurecerse con la intolerancia, con el odio y con el apetito de las destrucción, que piensen en los muertos y escuchen su lección:...abrigados por la tierra materna, ya no tienen odio, no tienen rencor y nos envían con los destellos de su luz el mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos: Paz, Piedad y Perdón."