"AluCine, el Cine por Arte de Magia" es un espectáculo que rinde homenaje a los creadores de ese increíble juego de magia llamado Cine. La misión de los magos de todas las épocas es mantener viva la emoción que nace del misterio. Georges Méliès consagró toda su vida, su energía y su fortuna a la magia, al misterio del cine, el máximo nada por aquí, nada por allá....

MagoMigue, premio mundial de magia, rescata con este espectáculo de arte dramágico la inocente mirada de los primeros espectadores del cine. La fascinación y el asombro de unos ojos que no podían ver nada más que la magia. NADA MÁS QUE LA MAGIA.

"El público no veía más que la magia, porque no tenía ninguna noción de la posibilidad de un trucaje", Georges Méliès

Fue el destino el que colocó entre los invitados a la primera función pública del cinematógrafo Lumière a Georges Méliès. Y así, el 28 de diciembre de 1895, en París, nace una nueva aventura: el cine. No es gratuito (y nada en lo profundo del azar lo es) que el hombre que dio sentido a esa aventura, el que le dio rumbo e impulso fuera mago de profesión. Los hermanos Lumière, Dickson, Edison y demás científicos, habían relacionado sus inventos, sobre todo el kinetoscopio y especialmente el cinematógrafo, con algunos términos: ciencia óptica, artilugio mecánico, curiosidad científica, fenómeno explicado por las leyes de la física, captación fiel de la realidad, perfeccionamiento de la fotografía... De todos los asistentes a la legendaria primera función de cine, sólo uno se atrevió, con plena certeza, a asociar el cinematógrafo con otros conceptos que en ese momento, aunque ahora parezca increíble, no se identificaban en absoluto con el nuevo invento: en primer lugar, arte, y luego, poesía, magia, imaginación, maravilla, asombro, sueño (y a veces claro está, pesadilla, horror, tiniebla, estremecimiento, arrebato). Fue el mago Georges Méliès.